miércoles, 10 de noviembre de 2010

Amor a la patria, odia a las patrias

El sr. K no consideraba necesario vivir en un país determinado. Decia: "Puedo pasar hambre en cualquier parte". Un día pasaba por una ciudad que estaba ocupada por el enemigo de la ciudad en la que vivía él. Venia hacia él un oficial del enemigo y lo obligó a descender la acera. El sr.K descendió y se sintió irritado por ese hombre, y no sólo con ese hombre, sino especialmente con el país al que ese hombre pertenecía, incluso deseaba que fuera destruido por un terremoto "¿Qué ha sido lo que me ha convertido en este minuto en un nacionalista?"- se preguntaba el sr K. El haber topado con un nacionalista. Por eso es por lo que hay que extirpar la estupidez, porque vuelve estupido a quien se topa con ella.


Bertold Brecht. Historias del señor Keuner.

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